Zumbándole a este tal vez tan marciano sol del cabro marzo, en el que no dejará de haber alguien que crea -alguien ya no de los malos entendidos, de los malos encuentros. ¿Habrá sido el lenguaje uno de los más conciliadores intentos? Estamos en el creciente y llena, y ya se fuerza esa luz celeste que ha nacido el 21.

El pensamiento que piensa junto: pues no somos ni un tú y ni un yo y ya es hora de saberlo (ni y -conjuntos-, ni o -"opciones", explotado en la duda del diálogo y el agon-, sino los puntos que abren el agujero en la multiplicidad de la noche vérbica), en el más de individuos de una noche, de un día: la fuerza de un nosotros no dialógico pero sí dialogal -una unción de la palabra que nos abre en contrarréplicas un mar en el que el espacio-cosmos puede ser deseado


Y aquí, un poeta; o un amigo del desierto. Na naki