Fado



Desmadejando un carretel mental que antes de ser mental es madeja en el plexo

Un fado que toca desde un faro en finisterre

toda mi tierra ahora

me recuerda que tal vez estuve.

Dicen que no hay que esperar maravillas ni hay enigma detrás de una caja de fósforos ya usados

pero el humo dulce y agrio que destiló algún íntimo deseo en casi ínfimo estar

me parece decir otra cosa

pues la simple vista sabe que de un fósforo no hay que esperar más y se desvanece cuando ha dado ya su luz, pero su luz es un fuego que da otros fuegos (o que puede), es otra cosa.

Embarcaciones de muy simple ingeniería, que gracias a la madera gomosa se animan a casi cualquier río

una yola sin yo

una bocanada que dice:

allí en la ciudad del fado, habrá lamparitas de colores y desniveles y bordados, que zurcirán varios mantos entre cristales al brindis y grabes, mojados labios,

grandes momentos, al amanecer la risa habiéndose abrazado

corazones de pecho sin corazas descansando

allí, alegría será verte

cuando quién baje al atardecer la cuesta








1 comentario:

  1. el corredor misteriosa28.2.12

    se complacen en
    a ver la luz
    corriendo la montaña

    y cuando se encienden linternas sordas:


    espero que
    / Hoy / mañana /
    mañana / hoy


    rasguños el azul del partido: la luz se convierte en una criatura viviente.

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